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lunes, 23 de mayo de 2011

Madre soltera con propósito, haciendo tu parte


¿Cómo está tu vida? ¿Tienes años de estar sembrando ideas, sueños, actos y actitudes en el terreno de tu vida? ¿Tu vida esta impactando a otras vidas? Me refiero a tu ministerio, la alimentación espiritual que tú proporcionas a otros; tu ministerio es la expresión de lo que está dentro de ti, y lo estas reflejando a otros; en otras palabras lo que tú eres.
El significado de ministerio, significa servir, ayudar, estimular a alguien en nombre de otro. En algunas sociedades se le llama ministerios a instituciones que cumplen una función específica dentro de esa sociedad, por ejemplo: el ministerio de educación, dirigido exclusivamente a la formación profesional y cultural de las personas, en representación del gobierno.
Cuando nos referimos al término ministerio en el sentido cristiano, es igual el significado: servir, estimular, sostener y apoyar en nombre de otro, y ese otro es Dios. Tristemente el concepto ministerio, se ha vuelto algo mecánico, sin estímulos de parte de las personas, se vuelve una costumbre; y en realidad, debería ser la manifestación del amor de Dios hacia los demás y la manifestación de amor de nosotros hacia Dios.
Todos los ministerios involucran gentes, los ministerios se hacen con gentes; Jesús dijo que cuando das un vaso de agua a una persona sedienta, o alimenta al hambriento o viste al desnudo, es como si lo hiciera para él. La Biblia toda subraya la importancia de la persona en los ojos de Dios; los dos grandes mandamientos nos ordenan amar a Dios con todo nuestro ser y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Cuando Dios llena tu vida de él mismo, nace un ministerio como un fruto natural.
Muchas veces nosotras las madres solteras no estamos contentas, y no nos gozamos de una vida abundante porque tenemos muchos conceptos equivocados. ¿Cuántos de los siguientes conceptos equivocados se han alojado en tu corazón y te impiden servir a Dios con alegría?
Nadie me quiere: “Jehová se manifestó a mi hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por lo tanto, te prolongue mi misericordia” Jeremías 31:3
Dios te ama, El quiere lo mejor para ti. El sabe sin lugar a equivocarse lo que realmente necesitas.

Un padre terrenal quiere lo mejor para su hija, y aunque quisiera dárselo no siempre puede; nuestro Padre celestial, sabe lo que necesitas, cuando y como dártelo en su amor y voluntad, para no afectarte. Terrenalmente los padres pecamos de egoístas y hasta condescendientes con nuestros hijos, confundiendo el verdadero amor de padre a hijo; en cambio Dios, en su inmenso amor, nos dará lo que necesitamos.
Este es un concepto equivocado “que nadie me quiere” lo debemos cambiar; si nos ponemos a hacer una lista de todas las personas que nos quieren y de las cuales hemos recibido una manifestación de cariño, nos sorprenderíamos de nuestra forma de pensar y actuar.
Ahora, Jesucristo, no vino al mundo a buscar amor, el vino a dar amor, amor puro, sin esperar nada a cambio, un amor sacrificial, que nosotras en nuestro egoísmo no queremos ver.
No esperemos amor, demos amor a los demás como Jesús lo hizo hacia nosotras.
“Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que el nos amó a nosotros, y envío a su hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. ” 1 Juan 4:7-12
Dios quiere satisfacer todos tus anhelos más profundos, Ėl quiere hacerlo, acepta que, aunque no estés casada, si no conoces a Jesús como tu salvador, tu corazón no será feliz.



No puedo servir en la Iglesia porque no tengo tiempo. Este es el pensamiento de muchas madres solteras que encontramos en las iglesias; mujeres que se aferran a su situación de mujeres solas y muy ocupadas; no deja de ser cierto, pero, podemos hacer una diferencia en nuestras vidas, dándole colores y una chispa de alegría. “Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros. En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad.” Romanos 12:10, 11,13
Tú puedes dedicar tu tiempo en diferentes ministerios en la iglesia; Dios tiene muchas bendiciones para ti, y las perdemos al no decidirnos a servir; asumir la posición de sierva y darnos por completo a la obra de nuestro Señor. Hay muchas formas en las que puedes servir: en la sala cuna cuidando bebés, como maestra, en la limpieza de la iglesia, ganando almas, y en otros ministerios que tenga tu iglesia local.
El desafío es ocuparte en los negocios del Señor, para que seas de bendición a otras personas.
Tú tienes más tiempo y más oportunidades para las cosas de Dios y para servir a otros que la mujer casada; aprovecha estas oportunidades y hallarás que el tiempo no te alcanza para todo lo que quisieras hacer.
Si sientes dudas en qué ministerio puedes ocupar en la iglesia, consulta con la esposa de tu pastor, ella te puede decir con la ayuda de Dios, cual puede ser el lugar adecuado.

No me siento capaz para hacer ese trabajo. ¿Alguna vez has sentido que tus capacidades no son las suficientes para servir a Dios? Ó ¿Tal vez, siendo solo una persona no puedes hacer algo significativo?
Dios nos demuestra que no necesita de un grupo grande de personas los cuales se activen para llegar a cumplir la voluntad de Ėl, sino que con tan solo una persona que esté dispuesta a servirle el puede hacer grandes cosas.
‘‘Y busque entre ellos hombre que hiciese vallado que se pusiese en la brecha delante de mí, a favor de la tierra, para que yo no la destruyese y no lo hallé. Por tanto derramé sobre ellos toda mi ira; con el ardor de mi ira los consumí; hice volver el camino de ellos sobre su propia cabeza, dice Jehová el señor.” Ezequiel22:30-31

Dios no estaba buscando un gran grupo de personas las cuales hiciesen vallado, sino que buscaba tan solo una persona que se parase en la brecha a favor de la tierra, pero aun así no lo halló.

¿Quieres ser una persona más que no cumpla la voluntad de Dios, solo porque consideras que eres solo una, ó quieres ser una persona que cumpla su voluntad a pesar que eres solo una?

No subestimes lo que puedes hacer para Dios, siendo una madre soltera; Dios puede obrar atreves de cualquiera persona, de cualquier edad; siempre y cuando ella se someta a su voluntad. Un hombre o una mujer pueden cambiar el destino de millares de personas.







Dios nos muestra que el no busca a las personas que tengan las capacidades más grandes ó más llamativas, sino que el busca un corazón dispuesto que anhele su presencia y su voluntad sobre todas las cosas. ‘‘Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, señor! Nunca he sido hombre fácil de palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el hablar y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿O quien hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tú boca, y te enseñaré lo que debas de hablar. Éxodo 4: 10-12’’.
Vemos a un Moisés, totalmente inseguro, dudaba de su capacidad para hacer lo que Dios le había mandado; solo Dios puede darte la seguridad y confianza; solo él puede tener todo bajo control para que tú, con todas tus inseguridades y debilidades puedas ser útil en la obra del Señor.
Solo necesitamos serle fiel y hacer su voluntad en todo tiempo.

¿Cual será tu respuesta cuando Dios te llame a servirlo, será un sí, señor, aquí estoy, o dirás como Moisés, señor manda a otro porque mis capacidades no son suficientes?

‘‘Todo lo que te viniere a la mano para hacer, hazlo según tus fuerzas...’’Eclesiastés 9:10a

Quiero hablarles del ministerio que Dios ha permitido que yo le administre, se trata del comedor Infantil “Pan del Cielo”.

El deseo de mi corazón por muchos años era poder servir a Dios en un área tan importante para Ėl como son los niños y las mujeres desvalidas; todo este tiempo pensé que yo no podría tener bajo mi cargo tal responsabilidad, porque para tener un proyecto de esta magnitud, tenía que dedicar parte de mi tiempo, y sacrificar lo que yo consideraba lo más importante, hacer lo que yo creía era voluntad de Dios.
Cuando nosotras creemos que sabemos cuál es la voluntad de Dios y resistimos al Espíritu Santo acerca de otras cosas que Dios quiere que hagamos, no estamos haciendo su voluntad, solo estamos siendo cómodas en nuestra propia opinión ,acomodando todo a nuestros deseos y vamos aplazando obras y grandes bendiciones que Dios tiene para nuestras vidas.




Dios ha tratado conmigo de muchas maneras; ahora que decidimos obedecerle en este gran ministerio, he podido ver la mano de Dios.
En el Comedor infantil hemos visto como Dios ha suplido todo lo que necesitamos para poder alimentar a más de 60 niños; como ha provisto de los utensilios, el local, hermanos con un corazón sensible a las necesidades de estos niños y todo lo necesario para que ellos se sientan confortables,; donde se les da un trato especial, en donde ellos se sientan especiales e importantes. Otro de los objetivos importantes de este comedor, es la educación bíblica que todos los días les impartimos a los niños y madres que vienen al comedor. Su alimentación es completa: física y espiritual; la satisfacción más grande que hemos vivido es ver cómo estos niños vienen a los pies de Cristo, aceptan a Jesús como su Salvador, le piden perdón por sus pecados y le dan gracias por salvarlos.
Niños que nunca han tenido una comida completa, que no conocen de algunos alimentos que se comen en las comidas y que solo los habían visto en los comerciales de la televisión o en las revistas.
Hablemos de las madres de estos niños: mujeres, madres solteras, abandonadas y sufridas, marginadas por una sociedad que solo las necesita para explotarlas y bajar su estima al punto que piensan que para ellas
“ no hay solución a sus problemas”.
Soy madre soltera, y por experiencia sé, que es difícil tratar con ellas, son desconfiadas, inseguras y muchas guardan en su corazón mucha amargura y rencor; su corazón está endurecido por las circunstancias que han tenido que vivir; y la verdad es, que ellas también necesitan la salvación que Cristo ofrece, no importa su pasado y la vida que lleva; atendemos madres solteras así en el comedor y le doy gracias a Dios por haber atendido a su llamado; podemos ver el resultado, lento pero seguro del cambio que se está dando en la vida de algunas de ellas.
Hacer mi parte dentro de la voluntad de Dios y en su obra, ha sido mi mejor elección; puedo decirte que las bendiciones son muchas y la satisfacción de poder hacer lo que Dios manda es increíble; tú, puedes hacer lo mismo, no busques más pretextos, no te encierres en tu mundo de soledad, rompe el cascarón y permite que Dios haga en tu vida lo que él desea.
Haz tu parte y Ėl, hará la suya.

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