lunes, 7 de noviembre de 2011
VIVIR EN GRATITUD
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” Filipenses 4:4-7
Déjame preguntarte: ¿Cómo está la salud de tu corazón? No me refiero a la condición de tus arterias; me pregunto si estás viviendo en gratitud, si estás protegiendo tu vida con agradecimiento a Dios, si la paz de Dios reina en tu corazón.
Si no es así, no te sientas mal. Más bien, empieza el proceso de cambio. Puedes comenzar dándole gracias a Dios por el mensaje que te ha dado su Palabra, el mensaje de que la vida es mejor con gratitud.
UNA FAMILIA QUE AMA SERVIR AL SEÑOR JESUCRISTO,
LA FAMILIA ESPINO.
La gratitud es clave para que la paz de Dios reine en nuestro corazón. Si nos falta paz, podría bien ser porque no somos agradecidos.
Esta idea de estar agradecidos en toda situación puede parecernos rara. Podríamos pensar que es un Podemos creer que vivir en agradecimiento es tener esta clase de actitud, que niega la realidad de las cosas negativas que nos suceden y siempre encuentra algo bueno. Es muy recomendable tener esta actitud, hasta cierto punto; pero no tenemos que fingir que el dolor no existe, que no nos suceden cosas que no entendemos, o que "todo saldrá para bien". Podemos reconocer que hay cosas que no entendemos, que los caminos de Dios a veces están ocultos a nuestros ojos.
Lo que significa estar agradecidos siempre es recordar lo que Dios ha hecho por nosotros, recordar lo que realmente merecemos, y recordar lo que él nos ha prometido. Es desarrollar una actitud que ve más allá de lo actual, que ve la bondad de Dios brillando por encima de la oscuridad que nos rodea. Cuando esa gratitud está en nuestro corazón, entonces la paz de Dios reinará allí también.
Cuando nos encontramos atrapados en una prueba muy grande, no tenemos que estar agradecidos sólo porque estamos atrapados y no vemos la salida. Podemos estar agradecidos porque Dios ha prometido estar con nosotros siempre, porque él ha prometido que algo bueno saldrá de la situación, porque aunque la situación temporal sea negra, nuestro destino eterno está asegurado. Cuando todo se ve oscuro, dale gracias a Dios por su luz.
Hay tantas razones para dar gracias a Dios!!!
Podemos cantar en medio de la prueba más grande, si tenemos un corazón de gratitud.Existen muchas razones para darle gracias a Dios: por nuestra salvación; por la vida eterna; por nuestra salud; por nuestros familiares; por la familia de la Fe; Gracias Dios, porque puedo oír; por un nuevo día que Dios me da; Por el trabajo que tenemos,etc.
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Somos más dados a pedir que a agradecer. Lo de aquellos diez leprosos curados y de los que solo uno vuelve a dar las gracias a Jesús, se repite en nuestra vida a diario.
De cada diez veces que pedimos, quizás, no damos gracias ni una. La gratitud del que pide abre la mano del que da: el agradecimiento facilita la generosidad.
¡Y tenemos tanto que agradecer a Dios!
Le doy gracias a Dios por permitirnos tener el “Comedor Infantil Pan del Cielo”, en nuestra iglesia Bautista Bíblica El Faro, en Chihuahua, México; le doy gracias a Dios por familias fieles, por obreros de tiempo completo en la obra del Señor; por permitirnos llevar alimento físico y alimento espiritual a niños necesitados del amor de Jesucristo.
Ofrezcamos nuestros corazones llenos de agradecimiento, porque fuimos creados para vivir en contante agradecimiento a nuestro Señor Jesucristo.
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