LA PERLA

Una ilustración que significa mucho a mi vida es la de la perla; la perla es uno de los objetos más bellos y más costosos, nace producto del sufrimiento; la perla se crea cuando un granito de arena se introduce dentro de una ostra; al sentir la ostra ese cuerpo extraño dentro de sí, trata de expulsarlo, segregando o produciendo una sustancia que se conoce como nácar sobre el grano de arena; entre más irritada y molesta se siente la ostra con este objeto extraño dentro de sí, mas nácar segrega y, así se va convirtiendo de un pequeñito grano de arena en a una hermosa y valiosa perla.


Una de las más hermosas joyas que Dios ha creado nace producto de una secreción que brota de las entrañas de un ser vivo, la ostra.
En la antigüedad, para poder obtener una perla, los pescadores tenían que bajar a las profundidades del mar; sin equipo de buceo se mantenían allí sin respirar por mucho tiempo mientras buscaban la preciosa perla; algunos de estos pescadores no subieron a la superficie; le costaba la vida el buscar la preciosa perla.
La perla nace en medio del dolor y el sufrimiento; nosotras podemos convertirnos en esa hermosa joya, por experiencias o pruebas que Dios permitió que pasáramos, y por fe nos convertiríamos en una joya preciosa para el Señor.

Todas nosotras somos granos de arena que la vida sin Jesús, ha tratado de eliminar; entre más nos acerquemos a Él, le busquemos y obedezcamos, poco a poco nos vamos a convertir en hermosas perlas nacaradas, que vamos a brillar para honrar el nombre del Señor Jesucristo.

Esto lo vamos a reflejar en ser una mujer virtuosa; la mujer madre soltera, puede ser una mujer virtuosa, su carácter va a reflejar esas actitudes que Dios espera de toda mujer.

La salvación que el Señor Jesucristo nos ofreció, fue producto de ofrecer su vida por nosotros para tener el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
No desprecies este regalo, muéstrale a Ėl tu belleza espiritual; es la forma en que podemos agradecerle por habernos rescatado de las profundidades del pecado.